sábado, 7 de enero de 2023

 
ENERO 2023.
INICIO. Mar Azul es un pueblo costero en el que la bella Olga Roldán ha crecido, aunque bajo el yugo de una madre enferma y obsesionada con el hombre que le hizo mucho daño. Esta mujer es Delia, quien prohíbe a su hija tener amoríos con Álvaro Molina, un cretino que engaña a la muchacha con su mejor amiga, Mireya Chávez, quien a pesar de fingirse amorosa y compasiva, en el fondo la odia y funge estar enamorada de su hermano, Bernal, quien constantemente pelea con la madre pues esta no acepta tampoco esa relación, ya que cree a la amiga de su hija una cualquiera. Es por el amargo carácter de su madre que Olga ve en Álvaro la salida a sus problemas y revela a su hermano que planea irse muy lejos con él, pues este se lo ha propuesto. Este se lo cuenta a Mireya, quien decidida a no perder al hombre que ama en realidad, tiende una trampa a la amiga, para que esta la descubra besándose con su novio. Ante ello, la entera de que ha sido amante de él desde antes de que fueran novios. El corazón de Olga se destroza y su rechazo hace que Álvaro desprecie a Mireya, a la que deja claro que nunca la tomó en serio y que jamás se casaría con una cualquiera como ella, que busca consolarse con Bernal, al que se entrega, siendo descubiertos por Olga, quien entera a su hermano de la traición de la chica, quien intenta hacer pasar a su ex amiga como una mentirosa, pero el astuto Ariel busca a Álvaro y este le comprueba que Olga ha sido su amante desde poco después que comenzara su romance con Olga. El muchacho se siente destrozado y comparte la pena con su hermana. Aunado a esto, la salud de Delia agrava y se debate entre la vida y la muerte, por lo que hace prometer a su hija que buscará la manera de vengar su muerte y la de su padre, encontrando a Máximo Del Monte y hacerlo pagar. Suplica hasta que Olga lo jura, para entonces morir. Luego de enterrarla, y ante la traición de Mireya y Álvaro, Olga y Bernal deciden vender la casa en la que crecieron y marcharse de Mar Azul para siempre. Su partida hace que Álvaro sufra y se desquite rechazando y ofendiendo a Mireya, a la que desprecia y de la que habla en borracheras, haciéndole fama de ser una cualquiera y llevándola a la muerte, pues la chica se suicida, arrojándose al mar, desde un peñasco.

En el pueblo minero de San Miguel del Oro, Máximo Del Monte es la máxima autoridad y tiene el respeto de todos los habitantes, aunque no el de su familia, pues su esposa Sara, una mujer sometida a su voluntad e intransigencia, además de temerle lo repudia por los años de maltrato y la manera en que ha tratado a su único hijo, Rogelio, el cual ha hecho de todo para agradarle, sin éxito, pues el padre siente gran rechazo hacia él y, en vez, ha hecho de su ahijado, Gibrán Ortíz, su empleado de confianza y mano derecha en las minas, y el cual está obsesionado con Norma, la sobrina de Sara, una muchacha buena y noble que también siente algo por él, pero sabe de su fidelidad a Máximo.

Rogelio tiene gran amistad con Juan Ángel Gallardo, un apuesto hombre que intenta salvar la mina que perteneciera a su padre y que se niega a venderle a Máximo, al que admira a pesar de saber del trato que le da a su amigo, mismo que le insiste que no venda e intente salvarla, aunque no tiene los recursos para hacerlo. De esto se vale Diana Riverón, su novia, la cual está decidida a pedir a su familia que lo apoye para salvar la mina, siempre y cuando ellos se casen. Es apoyada por Catalina, madre del hombre, quien sueña con ver a su hijo casado con la muchacha, aunque este duda del amor que siente y no le gusta que la chica lo presiona e interfiera en sus asuntos, lo que hace que tengan conflictos.

Olga y Bernal llegan a San Pedro y se instalan en la pensión de Hilda Bellati, quien da a la muchacha toda la información sobre Máximo, sorprendiéndose cuando la muchacha le asegura que trabajará para él, le cueste lo que le cueste. Al recorrer el pueblo conoce a Luciana Lizárraga, una chica que le ofrece su amistad y la presenta con María Inés y Emilia, su hermana y su madre, mujeres de apariencia seria y sombría y que, al enterarse de que la recién llegada desea trabajar para Máximo, se sorprenden y le piden que no lo haga ni se acerque a él, pues es un infame. Sin embargo la chica está decidida y aunque es rechazada en sus intentos para ser contratada en las oficinas de la mina, no tiene más remedio que presentarse ante el mismísimo Máximo, el cual queda maravillado por su belleza y valentía y la contrata. Por su carácter y decisión, la envía a negociar con Juan Ángel, con el cual la muchacha tiene un encuentro terrible ya que ambos poseen el mismo carácter. Luego él le confiesa a Rogelio que nunca en su vida había visto muchacha más hermosa, mientras que ella llora llena de frustración y revela a Hilda temer a no ganarse la confianza de Máximo. Recuerda la promesa que le hizo a su madre ahora muerta y jura que logrará vengarse del hombre que les destruyó la vida. Se sorprende cuando Bernal la entera de que ha conocido a Juan Ángel y buscará ayudarlo en la mina. Se lo prohíbe rotundamente y le exige que se aleje de ese hombre, pues destruirlo es fundamental para poder cumplir con la promesa que le hizo a su madre.

Máximo desprecia a Sara, a la que dice estar harto de ella y sus achaques de enferma La mujer le asegura que se casó con él presionada por sus padres, pero que en realidad nunca lo ha amado. Él le asegura saberlo y haberse encargado de hacer pagar a quien se interpuso a su felicidad. Ella le asegura que nunca dejó de amar a ese hombre y que lo amará hasta el día de su muerte.

Rogelio tiene un romance con Luciana, a escondidas de la familia de esta, pues odian a los Del Monte. Lo que los muchachos ignoran es que las mujeres tienen razones, y el odio de María Inés hacia Máximo no es en balde, ya que este la utilizó en el pasado, cuando trabajó en las oficinas de la mina.

Gibrán se las ingenia para seducir a Norma, a la que promete que se casarán. Ella se entrega a él y por ello se entera de que el hombre está cansado del desprecio y las humillaciones de su padrino, al que es fiel solo por conveniencia. Ella luego habla con Francisco Bautista, un minero enamorado de ella, el cual le asegura que sus amoríos con el protegido de su tío tarde o temprano tendrán consecuencias. Ella sin embargo confía en que Gibrán la ama, mas Francisco asegura que este vuela muy alto y solo la utilizará para ascender socialmente, pero en el futuro, de casarse con ella, le dará la misma vida que su tía Sara ha tenido. Luego él se desahoga con Valerio Santiago, empleado de Juan Ángel, el no ser correspondido y tener la certeza de que ha perdido a Norma para siempre. El colega le asegura que ellos, como simples mineros, no pueden aspirar a colarse con los patrones. Se cruzan con Bernal, el cual insiste en trabajar en la mina. Luego el muchacho conoce a Gibrán, quien lo lleva a casa de su padrino y lo envuelve, al grado de proponerle amistad y ofrecerle mucho dinero a cambio de que se infiltre en la mina y lo ayude a forzar a Juan Ángel, para que le venda a Máximo. Bernal lo logra, pues Juan Ángel lo ha contratado, con el único fin de provocarla. 
La mujer lo busca para exigirle que corra al hermano, ante la negativa de este, lo ofende, por lo que al discutir, el minero la toma en sus brazos y la besa, recibiendo a cambio una cachetada. Ella se marcha, asustada, dejando en él una gran satisfacción.

Luciana sorprende a María Inés y Emilia discutiendo por el pasado y les pregunta qué es lo que esconden y siempre le han intentado ocultar. Las otras aseguran que no es así pero más tarde María Inés confía a su hermana que su madre está muy enferma y que el doctor Humberto Villanueva le ha dado pocas esperanzas de vida. La muchacha llora y se refugia en Olga, quien le asegura que todo estará bien y comparte su pena, pues también perdió a su madre debido a una enfermedad.

Máximo maltrata a María Inés y por ello tiene enfrentamientos con Rogelio, el cual defiende a su progenitora. A este lo calma Gibrán, el cual le pide que sea inteligente y que, si quiere que su madre esté mejor, no provoque a su padre, mismo que no deja de pensar en la belleza de Olga, la cual vuelve a tener un altercado con Juan Ángel, lo que se repite cada vez que se encuentran. Él confiesa a Rufino sentirse extraño cuando está ante esa mujer, a la que un día, en un arrebato, cuando ella exige que venda su mina, con altanería, él se deja llevar por los impulsos y la besa apasionadamente. Recibe a cambio una cachetada, por lo que la vuelve a besar y ella le corresponde.

Catalina se estremece cuando Diana le dice que planea casarse con Juan Ángel y le pide su ayuda para presionarlo. La futura suegra pone manos a la obra y se sorprende cuando el hijo le exige que no intervenga en su vida y le habla de las ofertas que ha recibido para vender la mina. La madre le aconseja que venda, pues finalmente la familia de Diana tiene mucho dinero y a él no le faltará nada cuando se case con ella. Él desahoga sus frustraciones con Francisco, al que confiesa no amar a Diana. El empleado le pregunta si se ha enamorado de Olga y el otro no contesta.

Máximo asegura a Gibrán que un día hará suya a Olga, pues en el pueblo no hay otro hombre que pueda ofrecerle lo que él y ella seguramente en el fondo es como el resto de las mujeres: capaz de todo por unos pesos. Asegura al ahijado que, si la muchacha logra que Juan Ángel les venda su mina, la volverá su mano derecha y a él lo excluirá. Es por esto que Gibrán cita a Juan Ángel para hacerle una propuesta. En esta reunión está presente Máximo, quien insinúa que mujeres como Olga son para jugar y no formar una familia en el futuro. Juan Ángel reacciona y deja claro al hombre que su empleada es alguien digna de respeto y rechaza su oferta, asegurando que jamás le venderá la mina. Acude a Olga para hacer las paces y la invita a dar un paseo, en el que descubren que se atraen y él le pide que deje a Bernal seguir su camino. Ella le pregunta si no tiene novia. Él no responde y luego de esto, busca a Diana para dar por terminado su noviazgo, sin darle una explicación.

María Inés descubre que Luciana tiene que ver con Rogelio y le prohíbe que tenga siquiera una amistad con él, pero la chica defiende su libertad y asegura que no terminará ninguna relación. La preocupada hermana se desahoga con Emilia, quien discute con la menor de sus hijas por esta situación, al grado de desmayarse al sentirse mal. La mayor asegura a su hermana que, si su madre muere, será por su culpa. 

Rogelio desahoga con Juan Ángel el amor que siente por la muchacha, así como el otro le revela que ha terminado con Diana porque está enamorado de Olga, quien insiste en ocultar a todos sus motivos para instalarse en San Miguel del Oro y revela a Hilda que su madre siempre vivió en las sombras, amargada y enferma a raíz de la muerte de su padre.

Gibrán engaña a Bernal para que este o ayude a elegir una casa segun los gustos de Olga, la cual Máximo compra y ofrece a la mujer para que esta no siga pagando una renta. Ella sabe cuales son las intenciones del hombre y rechaza el regalo. Él le dice ser su gran admirador y querer compensar sus esfuerzos, estremeciéndose cuando ella le cuenta que tiene una relación con Juan Ángel.

Desesperada, Diana le cuenta a Catalina que su hijo la ha terminado, convencida de que ha sido por causa de otra mujer. La madre de Juan Ángel duda que eso sea verdad y decide visitar la mina, donde ve a su hijo besándose con Olga, a la que abofetea y llama una cualquiera que se ha entrometido entre su hijo y la que sería la esposa de este. Al sentirse engañada, Olga pide a Juan Ángel que no la vuelva a buscar y llora al recordar el engaño de Álvaro.

Emilia ve en Bernal gran potencial para hacer que Luciana se olvide de Rogelio, por lo que fragua un plan para hacer que los muchachos se encuentren. Descubre que a la hija no le es tan indiferente el chico, por lo que pide a este y Olga que las visiten.

María Inés desahoga con el doctor Villanueva su preocupación por la salud de Emilia. Este le asegura que no tiene nada de qué preocuparse y le pregunta por qué nunca se casó, siendo una mujer tan bella. Nerviosa, ella asegura que ha sido el pilar de su hermana y el mejor apoyo para su madre, así que se ha sacrificado por ellas. Él la toma de las manos y le asegura que nunca es tarde para encontrar el amor.

Máximo envía a Gibrán para que haga saber a Diana que la causante de su dolor es Olga, a la que la despechada mujer busca para abofetearla y gritarle que es una cualquiera delante de toda la gente. Agredida, Olga se defiende y abofetea a su agresora, asegurando que ella no tiene nada que ver y jamás querrá nada que ver con Juan Ángel, a quien la otra busca para suplicarle que no la deje. Él sin embargo la rechaza y le confiesa estar enamorado de Olga, a la que busca para aclarar las cosas pero esta no cree en él, que le jura que ha terminado con Diana porque desea estar con ella. Por su parte la ahora ex se une a Catalina, y ambas están dispuestas a destruir a la que creen una intrusa que ha llegado para estropear sus planes. Diana acude a Máximo para hablarle mal de la empleada y este le propone que se unan para terminar el amorío que esta tiene con su ex prometido. Tienden una trampa a Olga para que esta descubra a Juan Ángel con Diana, en un momento demasiado íntimo. Esto causa conflictos en los enamorados y Máximo se vale de esto para asegurar a la empleada que sus intenciones con ella son sinceras. Olga le dice saber que la quiere como amante y ella no es de esa clase de mujeres. Se asombra cuando el cínico hombre le asegura que si lo que ella desea es ser su esposa él puede divorciarse de Sara. 

Olga rechaza las proposiciones de Máximo y usa a Gibrán para obtener información sobre los negocios del hombre, pero el otro, celoso de ella, no coopera en absolutamente nada. Sin embargo la muchacha conoce a Norma, quien le cuenta cuanto ha sufrido Sara al lado de su tío y cómo sospechan que está metido en negocios turbios, por lo que está dispuesta a colaborar con ella. Luego se ve con Francisco, quien le habla de lo que siente por ella, siendo rechazado. Él acude a un bar, donde coincide con Diana, la cual decide llevarlo a casa, donde lo mete a la regadera para bajar su estado etílico, descubriendo que es un hombre lleno de sensualidad. Lo besa y se dejan llevar por el momento, culminando en el más exquisito de los placeres.

Emilia revela al doctor Villanueva que María Inés fue muy desdichada en el pasado, por culpa de Máximo Del Monte, por lo que la mujer se dedicó a cuidar de ella y Luciana, a quien las dos desean proteger de todo mal. El doctor asegura a mujer que quiere a su hija, y nada le haría más feliz que casarse con ella. Emilia lo apoya y por eso lo alienta a que hable de sus sentimientos a la mujer, a la que ella comienza a preparar, pidiéndole que piense en su futuro y haga su vida al lado de un hombre que la ame, lo mismo que a Luciana, a la que intenta convencer de que Bernal es un buen chico, ideal para ella, pues tiene principios. Se sorprende cuando la hija le dice que el muchacho es pobre y nunca podrá ofrecerle lo que Gibrán.

Catalina acude a ofender a Olga y esta es defendida por Hilda quien pone en su lugar a la otra. Cuando la enemiga se burla de la dueña de la pensión por ser una solterona a la que ningún hombre hizo caso, esta le deja claro que no fue así, y que si se quedó sola fue porque una mujerzuela le arrebató al hombre que amaba. Catalina asegura que ella y su difunto marido se amaban, mas Hilda le recuerda que eso no fue cierto, y que si el hombre se casó con ella, fue porque se le metió en la cama y se embarazó, para obligarlo a estar con ella. Catalina la abofetea y entonces Olga interviene y la abofetea a ella, corriéndola de la pensión. Hilda llora y cuenta a su inquilina que estuvo a punto de casarse con el padre de Juan Ángel, pero Catalina se interpuso. Por eso le pide que no caiga en los juegos y trampas de Diana, la cual seguramente está aconsejada por la otra para hacerle creer que el hombre le miente. Ella entonces revela a la mujer que Máximo la pretende y solo piensa en Sara y Rogelio, a los que el hombre trata con desdén. Hilda le pide que se cuide mucho, pues Máximo es capaz de cualquier cosa y las leyes de San Miguel están a su mando, pues las tiene compradas.

Gibrán vuelve a tener intimidad con Norma, quien cuenta a María Inés que está enamorada del muchacho. La tía le pide que se olvide de él, pues es igual a Máximo, sin embargo la chica está enamorada perdidamente y habla con el muchacho sobre Olga, asegurando que esta es buena. Coinciden en que algo trama pues les ha hecho preguntas sobre Máximo, a quien Gibrán en el fondo odia y desea hundir.

Harto del rechazo de Olga, Máximo la hostiga y cuando ella le exige que salga de su camino y no se le acerque más o dirá a su familia lo que está haciendo, él la besa a la fuerza y está a punto de hacerla suya pero ella logra arañarlo y al ser sorprendidos por Bernal, este enfrenta al hombre. Los hermanos se marchan y Ocultan a Hilda y Luciana lo que ha sucedido. Ya en casa de las Lizárraga, Olga asegura que Máximo Del Monte es un cerdo. 
Emilia apoya esa creencia y revela que hace años intentó hacer lo mismo con María Inés, al grado de haber matado al pretendiente de esta. Luciana se estremece y asegura a Bernal que buscará al hombre para reprocharle. Este le pide que no se meta en problemas y se atreve a besarla, pero ella lo rechaza y al paso de unos días busca a Máximo para reprocharle lo que le hizo a su madre, en medio de la multitud de gente en el pueblo. Este la sacude y le exige que calle para entonces gritar que María Inés era una golfa que se le ofreció. La muchacha lo abofetea y cuando él está a punto de responderle de la misma manera, Álvaro interviene y lo golpea. Ofuscado, el villano descubre que ese muchacho será una piedra en su camino, por lo que ordena a Gibrán que se deshaga de él lo antes posible, entregándole una fuerte suma de dinero.

Sara visita la iglesia y se ve frente a frente con Emilia. Las dos se miran con rencor y se evitan la una a la otra. Luego Emilia ve a Luciana paseando con Rogelio y aguarda por ella para exigirle que termine su relación con el muchacho y se convenza de que su mejor opción es Bernal, quien ha comenzado a pretenderla, pero la hija está enamorada y no desea terminar con el gran amor de su vida.

Valerio descubre que Diana y Francisco son amantes, por lo que habla con el hombre para indagar sobre su relación, pero no consigue averiguar nada. Sin embargo cuando Diana busca a Juan Ángel para hacerle saber que luchará por él, el minero la aborda y le pide que no sea hipócrita, pues está enterado de la relación que tiene con Francisco. Ella asegura que eso es una calumnia, mas Valerio se muestra seguro y le pide que no lo obligue a decirle lo que sabe a Juan Ángel. Ella hace una rabieta y pide a Francisco que no la busque más, pero este ya se ha encaprichado con ella y la busca. Pelean y luego de que la besa, ella se entrega nuevamente a él.

Catalina sufre por el pasado, pues sabe que su marido en realidad nunca la amó. Maldice a Hilda por no haberse casado con otro para demostrarle al difunto que lo había olvidado, puesto que este murió con el hombre de aquella mujer en los labios.

Máximo ofrece a Juan Ángel mucho dinero por su mina. El hombre rechaza la oferta, por lo que el otro le pide que se aleje de Olga, pues no es hombre para ella, que necesita de alguien duro, recio, que responda por ella en todo momento. Aparece Bernal para enfrentar al hombre, al que deja claro que su hermana nunca corresponderá a sus bajas pasiones, pues no es como las que se rinden ante él, por dinero. No saben que los está escuchado la muchacha, quien acompañada de Rogelio deja claro a su jefe que él no es nadie para defenderla o decidir quién le conviene o no. Máximo se marcha y presiona a Gibrán para que se deshaga de Bernal, pues no lo soporta y, con su muerte, desea dar un escarmiento a Olga, por su rechazo. Por ello el ahijado se cita con el chico y se encarga de emborracharlo, para luego con engaños llevarlo a las afueras de San Miguel, donde se detienen para orinar. Lo sorprende por la espalda con una pala con la que lo golpea en la cabeza, para entonces arrastrarlo hasta un pantano, donde la víctima se ahoga.

FEBRERO 2023.
Rogelio se acerca a Sara y le hace preguntas sobre su padre. Sorprendida, ella le miente y le asegura que, aunque Rogelio tiene su carácter, ha sido un buen padre. Calla cuando el hijo le pregunta si también ha sido un buen esposo. El muchacho sin embargo aguarda por su padre en casa y lo enfrenta, preguntándole cuales son sus intenciones con Olga. Aparece Sara y exige a su marido que responda a su hijo, al que el hombre responde abofeteandolo. Lo corre de su casa y el muchacho toma sus cosas y se instala en casa de Juan Ángel, mientras que Sara enfrenta al marido, el cual la toma del cuello, para estrangularla, pero aparecen Gibrán y Norma para calmar la situación. El villano sale de casa, decidido a hacer suya a Olga, a la que pide que con urgencia le lleve unos papeles a su oficina. Ella sin embargo debe verse con Juan Ángel y por ello envía a Hilda, a la que el villano sorprende por la espalda, confundiéndola. Ella se defiende, lo reconoce y suelta un grito desgarrador. Entonces él la toma del cuello y le azota la cabeza contra un muro, matándola, para luego llamar a Gibrán y pedirle que se encargue del cuerpo de la occisa. El ahijado se llena de temor y revela no querer ser cómplice de otro asesinato, mas el padrino lo obliga y no tiene más remedio que llevar el cuerpo a casa de la misma Hilda y hacer que todo parezca un accidente. Cuando Olga descubre el cadáver, se aterra y se aferra a su amado Juan Ángel, quien la acompaña en todo momento. La chica intenta comunicarse con Bernal pero este no le responde el teléfono, por lo que acude a buscarlo por todas partes, sin éxito. Apoyada por las Lizárraga, vela el cuerpo de la occisa y en la funeraria aparece Diana, para desearle que sea ella la próxima en morir y así deje de meterse entre ella y su hombre, acusándola de ser una cualquiera delante de medio pueblo. Juan Ángel interviene y exige a su ex novia que se marche y respete el dolor ajeno, pero la mujer insiste, así que él no tiene más remedio que tomarla del brazo y llevársela lejos, exigiéndole que entienda que no la ama y nunca la amó. Ella llora y se desahoga revolcándose con Francisco, el cual después escucha desahogarse a Norma, quien le dice temer a que Gibrán la esté usando y en realidad no quiera casarse con ella.

Humberto revela a María Inés lo que siente por ella y esta, asustada, lo rechaza y se encierra a llorar en su habitación. Emilia la escucha y sospecha lo que pasa por lo que le pide que olvide lo que le sucedió en el pasado, pues jamás se volverá a repetir y es momento de que ella se de la oportunidad de volver a ser feliz.

Rogelio acude a casa para recoger sus cosas y Sara le suplica que no se marche, pues necesita de él para darse valor y enfrentar a su terrible marido. Acude a la iglesia, donde se encuentra con Emilia, a la que le pide que hablen y recuerde que un día fueron amigas, antes de que su hija se metiera con su marido. Emilia para asegurar que eso no fue así y que Máximo abusó de su hija, valiéndose de los deseos de esta por salir adelante profesionalmente y que fue Máximo el causante de que sus hijas quedaran huérfanas, pues murió ante la sorpresa de lo que pasó. Sara no puede creerlo. Emilia le asegura que Máximo es un canalla y le pide que hable con Rogelio, pues este no puede ser novio de Luciana. Sara sin embargo cree que si los muchachos se aman, entonces no deben hacer nada para separarlos. Emilia entonces le revela que Luciana es hija de Máximo, fruto de la violación de este contra María Inés. Esto hace que Sara se alarme y pida a su hijo que ponga los ojos en otra muchacha, pues Luciana no es para él. Este no puede creer que su madre se haya unido a todos aquellos que se oponen a su relación.

Gibrán amenaza de muerte a Francisco pues no lo quiere cerca de Norma. El otro sin embargo es fiel a sus sentimientos y asegura que la mujer se presta a sus juegos porque está enamorada, pero lo rechazará cuando descubra la clase de persona que es. Debido a esto Gibrán se violenta con la chica y Francisco la defiende, enfrentándose a golpes con su rival, el cual le apunta con una pistola, decidido a matarlo mas ella intercede y pide al hombre que no cometa una estupidez. Exige a Francisco que se marche y cuando este lo hace, intenta calmar a Gibrán, quien esta vez la hace suya por la fuerza, como castigo. La sufrida muchacha descubre entonces que su tía Sara tenía razón y que Gibrán es la viva imagen de Máximo.

Olga se preocupa ante la desaparición de Bernal, por lo que da parte a las autoridades. Se atormenta pensando en el amor que siente por Juan Ángel, a quien oculta la razón por la que llegó a San Miguel del Oro. Habla con las Lizárraga, quienes la apoyan y le aseguran que lo mejor que puede hacer es callar, cuando les revela quien era su madre y su sed de venganza. Al escuchar el nombre de Delia, Emilia ata cabos y luego hace saber a María Inés que Olga ha sido engañada, pues su madre le mintió. Hablan con Luciana sobre su situación sentimental y le piden que ayude a Olga a encontrar a Bernal y corresponda al amor de este. La chica asegura no sentir nada por el hermano de su amiga, sin embargo cuando Juan Ángel presiona a las autoridades para que lo busquen, y es encontrado, sufre, por no haberle correspondido. Se presenta ante Olga, quien sufre irremediablemente por la pérdida y al saber que su hermano estaba alcoholizado y se pegó en la cabeza, ata cabos con Juan Ángel y al igual que la policía, conlcuyen que el chico se golpeó, quizás sin darse cuenta, y al estar cerca del pantano se desvaneció. Lo incineran, y la hermana jura que un día volverá a Mar Azul para esparcir sus cenizas. Se refugia en brazos de su amado Juan Ángel, quien le asegura que no está sola.

En la cárcel de mujeres, Yolanda Durán ha purgado una condena y gracias a su buena conducta se le ha concedido la libertad. Ella llora de felicidad y al salir se reúne con su madre, Rosario, a la que dice estar decidida a recuperar lo que le arrebataron por haber confiado en alguien que solo la utilizó para lograr un perverso objetivo.

Diana descubre que está embarazada y hace saber a Juan Ángel que el hijo es suyo. Él se atormenta pues esto significa que Olga lo rechazará. Sin embargo Valerio, al saber lo que sucede, le pide que abra los ojos y le revela que hace tiempo que Diana tiene relaciones con Francisco. Juan Ángel entonces pide a Diana una prueba de paternidad, así como que entienda que no la amará nunca. Ella asegura que el hijo que espera es suyo, sin contar con que Valerio ha enterado a Francisco de su estado. Este se siente feliz por convertirse en padre y al hablar con la mujer esta le asegura que él no es el padre de la criatura. Busca a Catalina para pedirle ayuda y esta presiona a su hijo para que se case con la muchacha, y entera a Olga del embarazo. Esta se vuelve a decepcionar de Juan Ángel, quien le promete que no cree que el hijo sea de él y se someterá a una prueba de paternidad.

Norma asegura a Olga que no hay nada ilegal por lo que pueda hundir a Máximo, sin embargo sabe que este tuvo que ver con una mujer que se encuentra en la cárcel. Por más que intentan investigar, no logran dar con quien es esa mujer.

María Inés suplica a Rogelio que se aleje de Luciana pero el muchacho se opone. Entonces la mujer le hace saber que hace años sufrió una violación y que Luciana es consecuencia de aquél episodio tan horrible. El muchacho se sorprende al saber que la persona que violó a María Inés fue su padre, Máximo, al que acude para enfrentar con un fuerte golpe, llamándolo violador delante de toda su familia. Le dice saber lo que le hizo a María Inés y jura que él mismo se encargará de que pague por lo que hizo. Sorprendido por esto, Gibrán pregunta a su padrino si conoció a sus padres y el hombre le asegura que fueron un minero y su mujer a los que tomó mucho cariño, y que por eso lo recogió cuando estos murieron. El chico acude a beber a un bar en el que conoce a Álvaro, quien le dice ser el prometido de Olga, a la que está buscando. El otro se ríe de él y le asegura que su novia ya se ha consolado en los brazos de Juan Ángel, mismo al que Máximo exige que se aleje de la muchacha pero este se opone y al buscarla le dice querer casarse con ella. No cuenta con que el millonario esta vez ha tendido un plan a la mujer, a la que logra dormir para entonces hacerla suya. Al darse cuenta de esto, la muchacha se desahoga con las Lizárraga y al escucharla, María Inés no puede evitar sufrir al escucharla. Llena de rabia, Emilia toma una pistola y sale en busca del hombre, al que, delante de su familia, apunta y dispara, sin atino. Él solo se ríe de ella. Rogelio sale en defensa de su padre y a la mujer lleva hasta su casa, donde se entera por Luciana de lo que sucedió. Por su parte Máximo asegura a Gibrán no entender por qué todos le recriminan el tener el poder de tomar lo que deseé. El muchacho comienza a mostrar cierta indiferencia ante el hombre, pues no olvida que por él se ha manchado las manos de sangre. Intenta hablar de esto con Rogelio, mas desiste por temor a que el otro lo descubra y sea enviado a la cárcel.

Yolanda se ha acercado a Sara y le ha contado la verdad sobre la muerte de su marido. La mujer le cree y le dice estar convencida de su inocencia. Se sorprende cuando la ex convicta le dice ser la madre de Gibrán. Luego Sara pide a Norma que acuda a Mar Azul y busque a Delia, pues es necesario que hable con ella.

Catalina y Diana se han enterado de lo sucedido a Olga y la madre entera a Juan Ángel, el cual intenta hablar con su amada y ante el llanto y silencio de esta, confirma que es verdad. Busca a Máximo para enfrentarlo a el puño cerrado, pero Gibrán lo encañona y lo conduce a la calle, donde le advierte que, por su seguridad, no haga escándalo por lo que pasó, asegurando que Olga se buscó lo que le pasó, por ofrecérsele a su jefe.

Olga se sorprende cuando ve ante ella a Álvaro, el cual le dice que ha recapacitado y desea reconquistarla. Le oculta la muerte de Mireya y asegura que no la ha vuelto a ver. La ex sin embargo no desea tener que ver nada con el, que le reprocha tener amoríos con otro. Ella acepta que, en efecto, ama a otro, mas no desear saber de ningún hombre.

Sara reprocha a Máximo el haber lastimado a Olga de la misma manera que ha lastimado a otras en el pasado. Lo culpa de la muerte de un hombre y él asegura que él no lo mató y que la asesina ya está pagando su condena por lo que hizo. Ella sin embargo no le cree y sufre cuando el hombre asegura que, en caso de haber sido responsable, ella fue la única culpable, por haber amado a quien no debía. Ella lo reta, preguntándole si ya le ha dicho Gibrán que él es su padre y el responsable de mandar a su madre a la cárcel. 
El sorprendido hombre la abofetea para silenciarla y, a pesar de ello, la mujer le dice que ya no está dispuesta a callar y que, si él no dice la verdad, ella lo hará. Le confiesa que él siempre ha tenido razón, y que Rogelio no es hijo suyo, sino de ese hombre al que asesinó. Enfurecido, el marido la toma del cuello y la estrangula, jurando que nadie doblega su voluntad. Luego de lo que ha hecho, valiéndose del aliento alcohólico de ella, se las ingenia para atarle una soga al cuello y colgarla de una biga, haciendo que todo parezca un suicidio.

Emilia habla a Luciana sobre los sentimientos del Dr. Villanueva hacia María Inés y le pide que la ayude a que la otra corresponda a ese amor. La muchacha asegura ser la más feliz de saber que hay alguien que inyecte de sueños y esperanzas a su hermana mayor, a la que pide que sea feliz. La mujer entonces decide aceptar al doctor, quien la besa, apasionado y les jura a las tres que serán una familia. Se sorprende cuando María Inés le confiesa que Luciana es su hija, y que fue producto de una violación. Esto mismo se lo cuenta a Olga, a la que dice que ambas han sido dañadas por el mismo hombre y que hay otra mujer que las puede ayudar a hundirlo. Buscan a Yolanda, quien les cuenta que tenía un marido que fue el gran amor de la vida de Sara, pero que la prefirió a ella, aunque después estuvo a punto de abandonarla, cuando conoció a una empleada de Máximo: Delia Roldán, quien fue su amante y planeaba huir con él, mas un problema surgió y ese hombre murió por manos de Máximo. Rosario, que las escucha, asegura que su hija es inocente y se echó la culpa porque el otro le prometió sacarla de la cárcel, pero lo único que hizo fue hundirla para que pagara por su crimen. Ante tales revelaciones, Olga queda atónita y sale de inmediato, llorando en la calle, donde se cruza con Diana, quien la ofende y le dice saber que es la amante de Máximo. La villana es abofeteada y luego la protagonista se encuentra con Juan Ángel, al que abraza, llorando, asegurando que ha vivido engañada y que su madre siempre le mintió. El novio la convence de poner una denuncia contra Máximo, lejos de San Miguel del Oro, donde su palabra es la ley. Son vistos por Álvaro, el cual luego se presenta en la mina de Juan Ángel buscando trabajo y logra caerle bien, por lo que le propone que sean amigos. Este le cuenta de su amor por Olga, llenándolo de celos.

Catalian se preocupa por el embarazo de Diana y exige a Juan Ángel que se haga cargo de su hijo. Este asegura que no actuará hasta no tener una prueba de paternidad que él mismo se practique junto con la embarazada, la cual se encuentra entre la espada y la pared y se atormenta cuando Francisco le dice estar decidido a decir la verdad: Que él es el padre de ese crío. Ella se lo prohíbe, pero este, al emborracharse con Valerio, comete una indiscreción y se lo deja entre ver. Valerio entonces le cuenta a Juan Ángel que la mujer ha sido amante de Francisco durante mucho tiempo.

Emilia se horroriza cuando, al buscar a su nieta, la sorprende en la cama con Rogelio, por lo que acude a María Inés para contarle lo que ha visto. A esta no le queda más remedio que enfrentar a la hermana, a la que exige que termine con ese muchacho, al que corre de casa. Luciana se altera tanto que ofende de gravedad a su hermana y está por abofetearla, pero Emilia la detiene y le exige que no lo haga o se condenará, pues María Inés es su verdadera madre. A esta última no le queda más remedio que contarle que es hija de Máximo, por lo que es media hermana de Rogelio. 
La muchacha no puede creerlo, cree que le están mintiendo para separarla de él y busca a Olga para desahogarse. Esta le asegura que le han dicho la verdad.

Francisco se lleva una terrible sorpresa al descubrir el cuerpo de su madre. Llama a su padre y este finge estar consternado. La muerte de Sara llena de luto a San Miguel, pues era una mujer querida. Cuando Rogelio asegura a su padre que él es el responsable del alcoholismo y la muerte de su madre, el hombre lo abofetea y delante de todos los presentes le grita que él no es su hijo, pues su madre era una cualquiera que se casó con él estando embarazada de otro. Esta vez le prohíbe que vuelva a entrar a su casa y él busca a Luciana, quien lo rechaza. Habla entonces con Emilia, quien le dice la verdad. Él le revela a la mujer que Máximo le acaba de confesar que no es su padre. Y lo confirma luego de que Gibrán habla con su padrino y este le cuenta la verdad. El ahijado, con tal de sacar ventaja de esto, le revela a Rogelio que su padre murió y que la mujer que lo mató está purgando su condena.

Máximo ordena a Gibrán que secuestren a Olga, pues desea hacerla suya otra vez. El ahijado acepta seguro de que con ello ganará la confianza total del hombre y este lo verá como un hijo.

A pesar de haberse distanciado de Juan Ángel, por defender la integridad de Máximo, Rogelio se acerca de nueva cuenta a él y desahoga sus pesares. El amigo le asegura que su padre es ruin y que se ha aprovechado de otras mujeres, mismas que están unidas para denunciarlo.

Olga les dice a María Inés y Emilia ser hija de Delia Roldán, y que llegó a San Miguel decidida a vengarse del hombre por la promesa que le hizo a la difunta, la cual siempre vivió amargada y culpándolo de su infelicidad. Se horroriza cuando las mujeres le cuentan que María Inés siempre estuvo enamorada del marido de Yolanda y que se unió a Máximo para separarlo de Sara, con quien este estaba obsesionado. Cuando cumplieron su cometido, ese hombre, despechado, se casó con Yolanda y tuvieron un hijo, sin embargo no pudieron ser felices porque Delia siempre se interpuso entre ellos, hasta que él murió, Yolanda fue a la cárcel y de la noche a la mañana Delia desapareció. Cuando Olga pregunta y se entera que el hijo de Yolanda es Gibrán, queda horrorizada ¡pues es su hermano! Se acerca a él para hacerle preguntas sobre su madre y este, al saber que ella sabe algo, le exige que se lo diga, pero la chica calla y busca a la misma Yolanda, a quien le revela quien es. La mujer sufre, le cuenta cuando daño le hizo Delia y le dice estar convencida de que la explosión de la mina en que murió su marido fue una trampa de Máximo, pero con la complicidad de Delia. La pobre Olga entiende ahora por qué su madre odiaba tanto a Máximo, pues la usó como carnada para matar al hombre al que ella amaba, pero la difunta no era una inocente, pues en parte fue responsable de que Yolanda fuera a dar a la cárcel. Acude a la iglesia a llorar, a reprochar a Dios, y al caminar hacia su casa es sorprendida por Álvaro, quien intenta reconquistarla pero ante la negativa de ella, se violenta y la besa por la fuerza. Ella lo abofetea y se marcha. Él la sorprende por la espalda le cubre el rostro, la duerme y se la lleva abordo de una camioneta.

Máximo se sorprende cuando ante él aparece Yolanda, quien le dice que ha salido de la cárcel y no le importará regresar a ese lugar, con tal de que su hijo sepa la verdad y él pague por el crimen que cometió hace años, y por el que la responsabilizaron a ella, pues cuando el cuerpo de su marido fue rescatado de los escombros, se comprobó que este había sido herido con un arma de fuego antes y ella está segura de qué sucedió. Máximo se ríe de ella, la manda a echar de su casa, pero la mujer jura que se vengará. Decide que es momento de denunciarlo y busca a Olga por todas partes, sin encontrarla. Esto preocupa a las Lizárraga, por lo que María Inés alerta a Juan Ángel, quien con ayuda de Rogelio busca a su amada por todas partes, a pesar de las prohibiciones de Catalina, a la que el hijo dice estar harto de ella, por lo que se muda a vivir en su oficina de la mina y se dedica toda una semana a buscar a su amada, sin éxito.

Norma se sorprende cuando al volver se entera de que su tía ha muerto. Máximo la corre de su casa y ella busca la ayuda de Gibrán, quien la desprecia. Ella entonces se refugia en Rogelio y al no tener a donde ir ninguno, deciden instalarse en la pensión de Hilda, pues nadie se encuentra viviendo allí desde la desaparición de Olga, quien al reaccionar y saberse secuestrada, exige a Álvaro que la deje libre, pero este insiste en que será suya a como de lugar y le revela que Mireya murió.

MARZO 2023. Máximo no puede creer que Olga se le haya ido de las manos y se desquita con Gibrán, al que trata mal. Este entonces conoce a María Inés y Rosario, quien le dice saber quién es su madre. Le cuenta la historia de María Inés, sin revelar la identidad de esta. El muchacho no puede creer que siempre haya servido al asesino de su padre. Suplica ver a su madre pero María Inés no quiere revelar su identidad, así que las mujeres le prometen que ellas lo llevarán a ella. La audaz Rosario le pide que busque la manera de hacer pagar a Máximo por todo lo que hizo.

Olga logra escapar y, lleno de frustración, Álvaro la maldice y sale a buscarla, pero no la encuentra. Regresa a San Miguel del Oro y allí Francisco lo entera de la desaparición de la mujer, la cual seguramente regresó a su tierra de origen, mas nadie sabe cuál es. Pero vaya que Norma sí lo sabe y con Rogelio ha acudido a buscarla, pero no la encuentran.

Máximo da instrucciones y dinero a la policía municipal y estatal para que den con el paradero de Olga. Ordena a Gibrán que acompañe al cuerpo policíaco y se encargue de robarse a la maestra cuando la encuentren, pues la quiere para él. De esto, el ahijado da aviso a Juan Ángel, poniéndolo al tanto de las intenciones del villano. Se sorprende cuando Gibrán le dice que colaborará con él para frustrar los planes del villano, mismo a quien María Inés y Yolanda han acudido a denunciar.

Juan Ángel encuentra a Olga y la lleva de vuelta a San Miguel, refugiándola en casa de las Lizárraga, quienes con llanto la abrazan, felices. La antes desaparecida les dice que no es Máximo, sino Álvaro, el verdadero peligro. A este lo encara Juan Ángel, el cual le dice saber que es el responsable de la desaparición de la mujer. Se enfrentan a golpes y cuando Álvaro intenta apuñalar a su rival, Valerio interviene y resulta herido. Es llevado al hospital, donde lo ponen a salvo, mientras que su amigo y jefe pone una denuncia en contra de Álvaro.

Diana tiene una discusión con Francisco, el cual la acorrala para que diga a todos que el hijo que espera es suyo. Los escucha Catalina, quien ha ido a buscar a la chica. Sorprendida, la encara y la desprecia por haber pretendido engañar a su hijo. La otra finalmente se quita las máscaras y ofende a la que sería su suegra, para luego correrla de su casa. Tras esto, se violenta con Francisco y al rodar por unas escaleras pierde el hijo que espera. Esto no la detiene, pues jura que si Juan Ángel no es para ella, no será para nadie. Por su parte Francisco decide olvidarse de ella y advierte a Rogelio y Norma que no se fíen de Gibrán.

Álvaro intenta huir de la policía pero finalmente es detenido por haber atacado a Valerio y por el secuestro de Olga, quien lo denuncia, así como denuncia públicamente a Máximo por haberla violado. Este lo niega todo, pero la policía estatal le envía una cita pues tiene otras denuncias por el mismo delito. El hombre enfurece y busca a María Inés para reprocharle. Lo ha seguido Gibrán, quien así se entera de que su madre es la mujer, misma que asegura al muchacho que él no es hijo de su difunto marido, sino de Máximo, quien la tomó por la fuerza al igual que ha hecho con otras mujeres en San Miguel. Gibrán queda anonadado al saber que su padrino en realidad es su progenitor. Le hace reproches y este solo lo abofetea, asegurando que él jamás aceptaría por hijo a un bastardo. Esto llena de dolor a Gibrán, quien se desahoga con Francisco y Norma, quien le brinda su apoyo.

Distintas mujeres de San Miguel del Oro denuncian los abusos de Máximo Del Monte, lo que hace que el hombre intente huir, no sin antes intentar vaciar sus cuentas bancarias haciendo transferencias al extranjero, mas descubre que no tiene nada. Indaga y se sorprende al darse cuenta de que Gibrán lo ha traicionado y le ha jugado una treta. Este por su parte está decidido a ocupar su lugar. El maduro lo busca para enfrentarlo mas no lo encuentra, así que decide ocultarse en una propiedad que solo él conoce.

Humberto pide matrimonio a María Inés y ella lo acepta, llenando de felicidad a las suyas. María Inés y Luciana finalmente hacen las paces y la muchacha vuelve a retomar su romance con Rogelio, a quien Olga entera de que son hermanos. Deciden tratarse como tal y juntos acuden a la tumba del que fue su padre. Luego ella habla con Yolanda y Rosario, quienes le dicen que Gibrán ya sabe la verdad.

Se descubre que Álvaro ha huido de Mar Azul por haber cometido fechorías por la que era buscado, así que es condenado a pasar unos años en prisión, desde donde maldice a Olga por haberlo despreciado. Recuerda la muerte de Mireya, pues esta no se suicidó, sino que él la empujó para que muriera y dejara de ser un estorbo en su vida.

Máximo intenta secuestrar a Olga pero Juan Ángel lo evita, con ayuda de Francisco y Rogelio, quien alerta a las autoridades, mismas que detienen al hombre, al que con pruebas que Gibrán presenta, se le comprueban distintos fraudes para apoderarse de sus tierras. Decide no poner resistencia y negar todo de lo que se le acusa, siendo condenado y aceptando su condena. Aun así, decide actuar legalmente para dejar a Gibrán en la calle y poner a Rogelio al mando de todo y para ello pide ver a Juan Ángel, al que propone darle el dinero para salvar su mina y hacerla producir a cambio de que ayude al que todos conocen como su hijo legítimo. 
Ambos jóvenes intentan negarse pero tanto Olga como Norma, Francisco y Valerio les hacen ver que como amigos, trabajando juntos pueden llegar muy lejos. Terminan aceptando y esto causa un gran choque a Gibrán, quien está decidido a pelear por lo que le pertenece y comprobar que es hijo de Máximo. A la par de esto es buscado por Luciana, quien le propone que se vean como hermanos, pero él la rechaza y la tacha de ridícula. También desprecia a Yolanda y Rosarios, asegurando que él siempre soñó que tendría una madre como Sara y no a una ex convicta, la cual sufre por las crueles palabras del vástago, quien se emborracha y al caminar en medio de la noche descubre que Diana apunta con un arma de fuego a Olga, por lo que se interpone para cubrirla, recibiendo él los impactos de bala, muriendo, mientras que la asesina intenta huir abordo de su auto, el cual choca, quedando inconsciente. La pobre Olga intenta hacer reaccionar a Gibrán, da aviso a la policía, pero ya es demasiado tarde. Se presenta ante María Inés para darle la noticia y esta, horrorizada, se refugia en brazos de su madre, Rosario, quien con llanto la consuela.

Diana despierta en un hospital y al intentar escapar descubre que está siendo vigilada por la policía. Se le informa que está detenida por asesinar a Gibrán y es condenada a pasar años en prisión, desde donde llama a Catalina para pedirle ayuda, pero esta se la niega.

Al paso del tiempo Olga y Juan Ángel compran la pensión de Hilda y la vuelve su futuro hogar, pues están decididos a casarse a pesar de Catalina, la cual se niega a aceptar a la muchacha, sobre todo ahora que se sabe de quién es hija y, además, una bastarda.

Norma sufre por la muerte de Gibrán y encuentra consuelo en Francisco, descubriendo que los dos se quieren desde hace tiempo, más no se habían dado cuenta, por lo que comienzan una relación.

Máximo es sentenciado a muchos años de cárcel por sus delitos sexuales y estafas. Dentro de la prisión ha conocido a Álvaro, con quien tiene conflictos debido a la pasión que ambos sienten por Olga. Un día, durante una riña, el más jóven golpea al otro, que con la ayuda de su dinero paga a otros presos para que asesinen a su agresor, por lo que Álvaro muere en lo que todo parece un accidente.

Juan Ángel visita a Diana en la cárcel y esta llora mientras asegura que todas las locuras que cometió fueron por amor a él, que la rechaza de nueva cuenta y lamenta que siempre le haya mentido y lo haya querido controlar al igual que Catalina.

María Inés decide abandonar San Miguel del Oro y comenzar una vida lejos, al lado de su madre. Desea mucha suerte a Olga y tras visitar las tumbas de su hijo y su marido, se marcha para siempre.

Al paso del tiempo, con la ayuda de Rogelio, Juan Ángel comienza a sacar adelante la mina de su familia, siempre apoyado por el fiel Valerio, mientras que el otro es apoyado incondicionalmente por Norma y Francisco. La producción de oro es tan grande para ellos que en un arrebato de felicidad Juan Ángel le pide a Olga que se convierta en su esposa. Ella acepta, feliz, por lo que ambos sellan su amor con un fuerte beso tan fuerte como su amor, tan fuerte como los deseos de venganza de ella, cuando quiso cumplir una promesa.


















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